domingo, 6 de mayo de 2018

Hordas de turistas


¿Cómo rebasar una horda de decenas de ciclistas culones, adosados los unos a los otros como albóndigas en la olla, lentos como caracoles, chillones como titís y torpes como ellos mismos? Más horteras que cerdo con diente de oro.
Y lo peor es que no saben respirar con las piernas en movimiento y se paran cada dos o tres metros.
Si no vas armado con algún arma de fuego para hacer espacio en ruta y así poder despejar el camino de estorbos, solo te queda insultarlos.
Insultarlos y escupirlos.

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