martes, 6 de febrero de 2018

Odio y putas


El peor tomento de odiar, es saber que las cosas y seres que aborreces, aún están o respiran.
Una vez que han sido destruidas o matados, el odio se hace amable; como una entrañable sonrisa malévola que no molesta.
¿Quién dice que no se puede vivir odiando? Hay perros nazis muertos que llegaron a nonagenarios, felices como mierda en bote.
El odio es uno de los más importantes alicientes para vivir.
El amor tan solo mantiene poblado el planeta.
Por lo cual, invertir en putas es serenidad.

No hay comentarios: