martes, 29 de agosto de 2017

Bajo el cielo


Qué hermoso...
El sol brilla potente y en pocos segundos, una oscura y pesada nube lo tapa y descarga sus truenos y lluvia sin piedad.
Y no hay donde cubrirse.
Así que todos los animales y árboles estamos bajo el mismo cielo y agua sin importar edades o morfologías.
Y eso me hace bestia, una bestia que por algún azar escribe cosas de lo que fue y lo que es.
De lo que le gustaría que fuera y lo que de verdad ocurrirá.
Y mientras la lluvia moja la ropa, no tengo prisa.
No siento necesidad de apresurarme a ningún sitio.
Tengo suficiente con el sonido de las gotas contra el suelo y las hojas, y con el atávico temor que me recorre el espinazo por el temblor de un trueno.

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