Se puede morir de amor según dicen; pero por
cada una de las muertes de amor hay un estómago vacío. Una solución podría ser
el sexo, pero si hay una piel desnutrida y deshidratada, hay unos genitales
secos y no es popular tocárselos en seco e irritarse aún más.
En fin, los enfermos graves de amor y/o
hambre, es mejor que se dediquen lo que les quede de vida a esconderse o fumar
más para acelerar su muerte y sufrir menos. Y que sobre todo, nadie les preste
la contraseña de su red wifi para que no dejen idioteces publicadas en su
página de feisbuc antes de morir.
La foto de sus cuerpos desnudos consumidos de
amor, hambre y con los genitales hinchados, siempre puede ser un documento
gráfico interesante; pero insisto: por favor, que no escriban cursiladas ni se
despidan de nadie, aunque tengan hijos pequeños.
Soy el maestro del horror, un hombre que
muestra y demuestra lo que nadie quisiera ver, saber o sufrir. Es un asco ser
prototipo de lo que sea, por la responsabilidad que conlleva.
Vale, también como helado y dulces, no todo va
a ser malo.
Y mis genitales están más hidratados que el
sexo de una virgen viendo una peli porno (el súmmum total).
Precioso…
Buen sexo.
Iconoclasta