Es la caza de mi gata. Ella no las mata ni se
las come, solo mutila un poco a sus presas.
A veces mueren accidentalmente y la felina se
aburre de la muerte. A veces los lagartos se quedan inmóviles porque saben que
si no hay agonía o dolor, los predadores se aburren.
Sea como sea, ambos, cazador y presa, son más
sinceros e inteligentes que la raza humana.
Pero sobre todo, más valientes.
Miau, miau...
Buen sexo.
Iconoclasta
No hay comentarios:
Publicar un comentario