domingo, 28 de febrero de 2010

Es tonto; pero muy buena persona.



También suelen decir los fariseos: es fea; pero muy buena gente.
"Es bruto; pero muy buena persona."
Esto es algo que tengo que oír día sí, día también.
Es para escupirles a la cara, quieren limpiar su piojosa conciencia achacando una piadosa bondad al que faltan al respeto.
Pero antes que nada, hijoputas, habéis insultado.
Os falta valor y ética hasta para reconocer que sois unos asquerosos y asquerosas.
Que os come la envidia y vivís pendientes de los demás, so asquerosos.
Gilipollas.

Así que hay que ser idiota, feo y sucio para ser buena persona....

¿Quiere decir entonces que yo, por ser hermoso, fuerte, inteligente y simpático, soy un cabronazo?
Anda y meteros vuestro buen corazón por el culo, con mi puño enguantado empujando hasta que os salga sangre, la mala sangre que os ha podrido el cerebro.
Fariseos, hipócritas.
Tengo la polla gorda; pero soy buena persona.
¿A que sabe bien en vuestra boca? Cremosa...

Tomad y mamad, buenas personas.

Buen sexo.
Iconoclasta

jueves, 18 de febrero de 2010

Buen rollo


Naces mal colocado, fuera de tiempo y con las meninges partidas pensando en que no tienes a quien quieres ni lo que quieres.
Sólo malos sucedáneos.
¿Y se supone que he de hacer caso a los gurús del buen rollo y pensar que si sonrío, la vida me sonríe?
¿Y qué coño hago con todos estos años que tengo en la chepa?
Sólo falta que llueva mierda. De buen rollo, una mierda aromática.
Qué chocho...

Buen sexo.
Iconoclasta

jueves, 11 de febrero de 2010

La última cena


Estaba Jesucristo reunido con sus apóstoles, cuando con la alegría que le caracterizaba, díjoles:
- Uno de vosotros me venderá por unas monedas.
Los apóstoles se quedaron atónitos ante la agorera revelación. Se podía cortar el aire como la mantequilla.
Tras acabar los postres y a la espera del café, los apóstoles se acercaban a Jesucristo y le preguntaban:
- ¿Seré yo el que te traicione, Señor?
-No, Juan. Tú no serás, hijo mío.
- ¿Seré yo el que te traicione, Señor?
- No, Tomás. Tú no serás hijo mío.
Y así fueron preguntándole los apóstoles a Jesucristo, hasta que le llegó el turno a Judas, el cual se encontraba bastante nervioso sin saber aún por qué.
- ¿Seré yo, Señor?
Jesucristo lo mira con cierta hostilidad y con voz de falsete, le responde imitándolo:
- "¿Seré yo, Señor? ¿Seré yo, Señor?".

Me encanta...
Es tan sutil, tan sarcástico. Tan real...
Precioso.

Buen sexo.
Iconoclasta

sábado, 6 de febrero de 2010

Me es indiferente


Dos hombres bien trajeados charlaban animadamente en el vagón del metro. Uno de ellos dijo:
—Me es indiferente.
Un tío bastante lerdo que se encontraba muy cerca de ellos, quedó impactado por la rotunda y elegante expresión y decidió que sería su frase del día.
Así que cuando salió a la calle, pasó frente a un portal en el que mucha gente entraba y salía. Un hombre fumaba apoyado con aburrimiento en la pared.
—Perdone ¿qué ocurre ahí dentro? —le preguntó el lerdo.
—Hay un muerto, es un velatorio.
—¡Ah! Pues me es indiferente —dijo el lerdo con pedantería.
—Pues a mí me suda la polla, el muerto no es mío.

Es que me parto el rabo de risa con las cosas más tontas.
Soy de simple...

Buen sexo.
Iconoclasta

viernes, 5 de febrero de 2010

De lo duro y lo largo


Cuando el camino se pone duro, el duro se pone en camino (película Tras el Corazón Verde, 1984).
¿No es ingeniosamente obscena esta frase? ¿No os evoca algo sexual?
A mí sí.
La política diría que si el camino está duro (la crisis), habrá que machacársela con dos piedras (duras, claro).
Yo también lo digo: la vida es larga y dura, así que ya puedes ir chupándome la vida.
Y así, de la frase de una ínocente película de aventuras, nace una tierna historia de amor.
Los caminos largos y duros son inescrutables y lamibles.
Precioso.

Buen sexo.
Iconoclasta